Desde que te conoce tú siempre has
sido el juicio y ella la locura. Tú la sensatez y ella el arrebato.
Por un delirió se fue a vivir a lugares desconocidos , abandonó la
zona confortable para adentrarse en tus vaivenes, dejó personas, las
abandonó a su suerte, renunció.
Con el tiempo creyó que nunca más la
elevaría el huracán para dejarla caer en otro lugar. Pensó que se
acabaron los disparates, pero se equivocó. Sigue siendo aquella
insensata diestra en el arte de tomar decisiones desbarradas. Sigue
siendo una loca.