jueves, 22 de agosto de 2013

Casi vacía

Cuatro semanas y la casa casi vacía el eco gana espacio y el espacio es eterno el olor no es el mismo por fin los malos recuerdos no aparecen con tanta asiduidad sigo esperando noticias mientras malgasto los días quemando calorías estarás contenta si las cosas salen finalmente bien ayer le regalé la luna llena a un hombre bueno porque sigue siendo mía la luna llena hoy terminamos la mudanza tus cosas están a salvo donde deben estar tus fotos todas mías las suyas no existen la semana que viene descansarás por fin tus flores irán contigo tu imagen juvenil de pelo corto se queda en mi cartera para recordar que un día fuiste joven y tenías planes y ganas de vivir cuatro semanas y la casa casi vacía

lunes, 5 de agosto de 2013

Estarás

Ya sé dónde descansarás. Ya sé dónde debes estar. Dónde debes permanecer para que pueda verte cuando quiera. Es un lugar precioso, de aguas calmadas y vistas increíbles, cerca de donde pasaste casi toda tu vida. Un paraje lleno de vida, de personas que nunca te dejaran a solas, y de momentos ideales de soledad. Cuando esté preparada te dejaré ir ahí. Y tendré, por fin, un lugar al que regresar pensando que estarás bien, que estarás en paz.

Mama, estarás tan bien... estarás tan bien como yo. Tengo mis instantes de debilidad. El duelo que vuelve. Pero tengo ganas de seguir en pie, presentando batalla. Tengo hambre de vida. De alzar el vuelo. De renovarme, reconvertirme, de que salgan las cosas como han de salir: Bien. Le debo todo a mis amigos, mama. Estarías orgullosa de ellos. Estoy orgullosa de ellos. No sabes lo arropada que me siento. Nunca les podré devolver todo el amor que sienten.

Y mama, estarías tan contenta si supieras que por fin de nuevo sé lo que es querer a alguien y que te quiera de verdad. Estarías tan feliz por mí si supieras que he reencontrado a quien nunca debió irse de mi vida... Estarías.... No, seguro que lo estás. Seguro que desde ahí, desde donde me vigilas, sabes todo lo que me pasa, todo lo ves. Puedes estar tranquila. Porque existen personas que me quieren. Como te quiero a ti.

jueves, 1 de agosto de 2013

Mama

Te lo iré diciendo poco a poco, porque soy una egoísta y hablar de ti me duele muchísimo. Lo que quiero decirte antes que nada, lo que quiero pedirte es que me perdones. Que perdones mi mal carácter, las discusiones tontas y el no decirte más a menudo que te quiero con toda mi alma. Perdóname. Siento haber sido una carga para ti, en los momentos en que lo fui. Nunca te hice daño queriendo, si lo hice fue sin darme cuenta. Perdóname. Perdóname.

Siento muchísimo haber confiado en tus otros hijos y no haber oído tu último aliento. Dejarme llevar por su falsa preocupación. Siento no haberme despedido mejor de ti, me llevaron, me quitaron de tu lado nada más entrar a la habitación del hospital, ahí dónde dejaste de existir, esperando a que yo durmiera, querías irte mientras yo dormía. Lo sé. Sé que no quisiste verme sufrir más y te fuiste cuando conseguí conciliar el sueños tras dos noches sin dormir.

Siento recordar tu cara de los últimos momentos. No me la puedo quitar de la cabeza. Quisiera recordar tu risa, tus carcajadas, tu voz. Solo alcanzo a recordarte en el suelo tumbada esperando a que llegara la maldita ambulancia, y el sonido de tu respiración forzada. Te me apareces así y no quiero tener ese último recuerdo. Lo siento. La mente humana juega malas pasadas.

Siento, lo siento muchísimo. Siento que no pudieras hacerle frente, siento que tú tuvieras ganas de seguir pero no las fuerzas suficientes, siento el dolor que te causó, lo que padeciste hasta el final. Siento todo eso aunque yo no pudiera controlarlo. Lo siento.

Te quiero, mama. Te quiero. Te lo dije unos días antes de que te fueras porque sabía, intuia que te me ibas. Te lo dije. Que eres lo que más quiero en esta vida. Pero no sé si los efectos secundarios de la morfina dejaron que lo asimilaras. Te quiero. Te lo dije antes de irme, te lo dije en la fría habitación del hospital, te lo dije mientras reposabas ya, te lo dije antes de que te me arrebataran. Te lo dije. Pero he de decírtelo muchas más veces, cada día de mi vida. Te quiero.