No me importa un
pimiento asado berciano lo que pueda pensar la gente de mí, si me
importara no tendría amigos de tan distinta forma de pensar. Intento
respetar sus ideas, sus creencias, de la misma forma que ellos
respetan las mías, muchas veces contradictorias. Porque soy
contradictoria y de la misma forma que puedo felicitar la Diada,
puedo sentir respeto por aquellas personas que hoy celebran la Fiesta
Nacional.
No tengo por qué justificarme y tampoco es mi intención.
Pero hoy para mí es un día especial, seguramente más por motivos
afectivos que de sentimiento real. Porque los que realmente me
conocen saben que soy apátrida y que mi patria está dónde está mi
corazón. En estos momentos mi corazón está lejos. Solo sé que yo
estoy aquí, pero mi corazón no me acompaña desde hace un par de
días.
En fin, aunque no me leas, feliz día. Estoy orgullosa de ti, de mi patria, de mi pingüino de penacho amarillo.
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