lunes, 27 de octubre de 2014

Puede

Todos conocemos, aunque no hayamos visto la película, que el amor significa no tener que decir nunca lo siento. Es extremadamente difícil no cometer errores, todos los cometemos. Sobre todo aquellos que creemos poseer la verdad absoluta. Pedir perdón alivia nuestra conciencia y quizá por ello lo hacemos: para sentirnos bien con nosotros mismos. Solo una disculpa sincera merece una respuesta afirmativa.

El que perdona demuestra ser generoso pero solo si olvida. Porque perdonar también puede convertirse en un gesto egocéntrico, para sentir el poder que da ser mejor persona. Olvidar, no sentir rencor, no reprochar es el verdadero acto de amor. Pero eso es lo más difícil y solamente está al alcance de grandes personas. Ni tú ni yo somos grandes personas, somos más bien normalitas, tirando a muy imperfectas, con demasiados defectos. Hasta que no olvidemos no podremos perdonar o incluso dejar de cometer los mismos errores. Quizá algún día dejaremos de decir lo siento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario