Antes no era así. No sé
qué ha ocurrido, pero antes no era así. Recordar los viejos tiempos
con nostalgia se relaciona con empezar a ser un carcamal. Y sé que
no soy un carcamal, pero añoro cuando era capaz y me veía capaz de
comerme el mundo. Ahora me ahogo en un charco, lo rodeo antes que
saltarlo. Antes no era así.
No es la falta de
motivación o que no me ilusione por los proyectos vitales que
emprendo. Es que a veces me bloqueo. Como ahora. He empezado a
escribir presa del pánico, huyendo de un galimatías de acepciones,
significados, definiciones... Y me pregunto: ¿qué haces aquí? ¿qué
haces?
Foto: Luzrasante |
Entonces llega el temor a
no llegar al final, a no superar tus propios retos, a no tolerar de
nuevo el fracaso y te paralizas. Buscas excusas, centras tu atención
en idioteces y adoleces de postergación infinita, porque mañana
será un buen día para levantarte aún más temprano, así
aprovecharás el día trabajando y estudiando. Pero llega el mañana
y trabajas pero no obtienes lo que quieres, estudias pero no terminas
de entender algunas cosas y la frustración te atrapa y te
incapacita. Solo tienes ganas de salir y gritar por el balcón ven a
buscarme y llévame contigo.
Antes no era así. Antes
siempre, siempre, siempre tenía la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario