Tu tez se difuminada entre sombras.
Una pulsera adorna mis manos, las que
eran.
Las sábanas saben que no estás.
La nada.
Todo es oscuro, con tintes azulados.
Nunca me regalaste un anillo.
El colgante anda perdido en el universo
de las joyas.
Cristales rotos.
Las venas anuncian poca vida.
Mis defectos son míos, no los cambio
por los tuyos.
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