miércoles, 1 de abril de 2015

Así es la vida

Llega un momento en el que pasas de decirte a ti mismo “así será mi vida” a decirte “así es la vida”. Ese momento llega cuando asumes que tus sueños quizá se han tornado inalcanzables porque las circunstancias han provocado que no puedas llegar hasta ellos. Ese momento de asunción de lo inevitable no conlleva que dejes de soñar, solo quiere decir que ha llegado el día de decir basta a las ensoñaciones y bienvenida a la vida. No hablo de conformismo, que también, porque no conformarse puede acarrear una sensación de fracaso infranqueable. Hablo de asumir que no puede tenerse todo lo que uno quiere y que hay que priorizar.

Ha llegado el momento de asumir que es muy difícil que vuelva a ser periodista y quizá el principal factor no sea la crisis económica o la situación anterior ni las erróneas decisiones tomadas. Quizá el principal factor sea que ya no siento una ilusión especial por volver a ser periodista. Sí, me encantaría, pero si no, no pasa nada. Así es la vida.

También ha llegado el momento de aceptar que nunca escribiré un libro, no porque no quiera, sino porque no tengo suficiente ingenio ni ganas de escribirlo: cuando me pongo a ello solo me salen palabras abominabless y cuentos tristes que no pueden interesar demasiado. Así es la vida.

Finalmente, lo que más me duele es que ha llegado el día de asumir que no voy a tener hijos: no porque sea demasiado vieja ni porque no tenga pareja (que tampoco es necesaria para eso) sino porque ya tengo suficiente con sobrevivir como para arrastrar a una mísera supervivencia a un renacuajo con mis ojos, mi frente, mis manos y mis dedos de los pies e, incluso, mi lunar en el muslo. Bueno, asumir eso es más complicado porque creo que un día, no lejano, las cosas cambiaran, pero no quiero soñar despierta y sufrir después con un nuevo fracaso, así que, así es la vida, muchachos.


Ved “This must be the place”, os la recomiendo. La primera frase de este post es del guión de esa película.  

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