Perdona por estar ausente
tantos días. Anduve ocupada con cientos de cosas y me faltaron las
ganas de ponerte al día de mis tribulaciones. No me lo tengas en
cuenta. Estoy en un “impasse”, en uno de aquellos momentos en los
que todo está en el aire y, por tanto, hay poco que contar o de lo
que quejarse. Tú, amigo, que te interesas por lo que me pasa, sabes
de mí por otros canales. Así que no sé qué contarte que te
parezca lo suficientemente interesante como para que no me abandones
a los 15 segundos.
Acabo de leer un artículo
insustancial publicado en un medio a través de los enlaces a
diferentes blogs y me ha entrado el pánico. He pensado: es igual de
insustancial que los tuyos, pero está enlazado en un medio digital.
Me pregunto entonces, ¿todo vale?¿Se puede publicar en un medio
“periodístico” cualquier memez? Obviaré el artículo en
cuestión para no herir susceptibilidades, pero sigo preguntando:
¿Esto es lo que necesita el periodismo para regenerarse y salir de
la crisis en la que está sumido (y no me refiero sólo a la
económica)? ¿Tenemos que opinar de tonterías sin aportar datos,
sin interpretar, sin analizar? ¿Eso es lo que nos va a dar de comer?
No sé, hago demasiadas preguntas, pero no hallo respuestas. Siempre
tuve ese problema...
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