miércoles, 29 de mayo de 2013

No tengo fe

A veces me gustaría tener fe. Una fe reconfortante, que mitigara el dolor. Una fe por la cual pudiera disculpar tanto sufrimiento. Porque no entiendo por qué a las personas buenas no les pasan buenas cosas. Quizás si tuviera fe, si creyera en un ser superior que guía mi destino, entendería que todo lo que nos pasa a las personas buenas es fruto de una prueba y que, tarde o temprano, nos veremos recompensadas. La fe me haría mover montañas y rezar a lo mejor me aliviaría. 

espaciocristianord.blogspot.com
Pero no tengo fe. Ni en Dios ni en ningún otro ser que pueda estar en este momento marcando mi camino. No es una prueba, la vida es así de puta. Y como no tengo fe no encuentro el consuelo de los creyentes. Como no creo que Dios me esté probando para vivir en un más allá paradisíaco, como no creo que la madre tierra sea tan hija de puta como para ponerme piedras en el ya de por sí empinado camino, no hallo respuestas a mis plegarias. Es jodido no tener fe. Benditos aquellos que creen en algo. Yo no creo en nada y, en ocasiones, ni en las personas buenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario