jueves, 25 de abril de 2013

No me robes las canciones

Soy la niña imantada que vivió en el mundo de asfalto. Aquella que paseaba en la parte trasera del coche hacia cualquier otra parte. Soy la primavera que llegó a la ciudad una mañana de enero, creyendo en un nuevo nacimiento y entonando la melodía de una de las sinfonías de la musa. Soy la que un año nuevo tuvo más regalos por abrir, antes que el carbón hiciera los reyes magos. Soy la del trozo de barro en el acceso 14. La beata y ramera, dignísima gente rastrera.



Tú eres el del piano en las costillas sin hacer cosquillas y el que hoy se siente bien. Aquel que solo piensa en ninfómanas los sábados y canta al flow. Tú eres el del renacimiento, el que tiene en el cerebro ruina y mierda en la cocina, el que se folla a las mentes, el que toma de todo menos decisiones.



Así que, ahora que sabemos que tú eres tú y yo soy yo, deja de robarme las canciones. Que tú no eres yo, y yo nunca quise ser tú.

 

(Al menos esta canción no me la robaste. Cuando la escuchaba no pensaba en ti). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario